El Dryas Reciente fue un período significativo de cambio climático abrupto que ocurrió hace alrededor de 12.900 a 11.700 años, durante la transición del último período glacial al actual período interglacial, conocido como Holoceno. Este período lleva el nombre de una flor llamada Dryas octopetala, que a menudo crece en condiciones frías similares a las del Ártico y se volvió común en Europa durante esta época.

El aspecto más notable del Dryas Reciente fue el rápido retorno a las condiciones glaciales en el hemisferio norte después de un período de calentamiento gradual. El enfriamiento del clima fue bastante severo, con temperaturas en algunas regiones cayendo entre 2 y 6 grados Celsius (3,6 a 10,8 grados Fahrenheit) durante décadas, lo que tuvo profundos efectos en el medio ambiente y las poblaciones humanas.

Hay varias teorías sobre la causa del Dryas Joven. Una teoría popular sugiere que una entrada significativa de agua dulce desde las capas de hielo de América del Norte que se derriten en el Océano Atlántico Norte interrumpió la Circulación Meridional de Inversión del Atlántico (AMOC), un componente importante del sistema climático de la Tierra que transporta agua cálida y salada al Atlántico Norte. Esta alteración podría haber provocado una disminución del transporte de calor hacia el norte, provocando que las temperaturas bajaran rápidamente.

Otra teoría implica un impacto cósmico o un evento de explosión en el aire, en el que un cometa o asteroide explotó sobre América del Norte, provocando incendios generalizados y nubes de polvo que podrían haber impactado el clima. Sin embargo, esta hipótesis es controvertida y no ampliamente aceptada entre los científicos.

El Dryas Joven tuvo un impacto significativo en las culturas humanas, especialmente en áreas alrededor del Atlántico Norte. Coincidió con cambios importantes en la actividad humana, como la adopción de la agricultura en el Cercano Oriente y la desaparición de los grandes animales de caza en América del Norte, que fueron cruciales para la supervivencia de las culturas paleoindias.

El final del Dryas Reciente, marcado por un rápido calentamiento, condujo a una estabilización de los climas y a un retorno a condiciones más interglaciares, lo que permitió el desarrollo de sociedades agrícolas sedentarias y el surgimiento de la civilización tal como la conocemos.

El estudio del Younger Dryas es importante para comprender el rápido cambio climático y sus impactos. Sirve como recordatorio de cuán rápida y drásticamente puede cambiar el clima de la Tierra y proporciona información valiosa sobre los mecanismos detrás de dichos cambios, que son cruciales para predecir y prepararse para futuros escenarios climáticos.

Roger Sarkis
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