Limpiar adecuadamente sus gafas de luz azul

Acabas de adquirir tu primer par de gafas de luz azul para reducir la fatiga visual provocada por las pantallas. Pero esos elegantes marcos no son indestructibles. Sin el cuidado adecuado, sus gafas nuevas y elegantes podrían rayarse o dañarse. Entonces, ¿cómo hacer para que luzcan nítidos? Esta guía comparte consejos profesionales para limpiar, guardar y usar sus gafas de luz azul. Aprenderá cuándo es el momento de reemplazarlos y soluciones temporales para reducir la luz azul sin especificaciones. Siga estos consejos de expertos y sus gafas le ayudarán a filtrar la luz azul durante muchos años.

Almacenamiento y transporte de gafas bloqueadoras de luz azul

Limpieza de lentes

Para mantener sus lentes de luz azul claros y evitar rayones, use un paño de limpieza de microfibra diseñado específicamente para anteojos. Limpie suavemente cada lente con un movimiento circular, comenzando desde el centro y avanzando hacia afuera. Nunca use toallas de papel, su camisa ni productos químicos agresivos que puedan dañar el revestimiento de la lente.

Limpieza del marco

La montura y las plaquetas nasales acumulan suciedad y aceite con el tiempo. Utilice un paño suave y húmedo para limpiar toda la montura y las almohadillas nasales. Preste especial atención a los rincones o grietas donde se pueda acumular suciedad. Para las manchas difíciles, una pequeña cantidad de jabón suave para platos en el paño debería ser suficiente. Enjuague los vasos con agua y séquelos completamente con otro paño suave para evitar manchas de agua.

Almacenamiento adecuado

Cuando no esté usando sus anteojos de luz azul, guárdelos en un estuche rígido. Un estuche protege las monturas y las lentes contra rasguños y evita que se deformen en su bolso o bolsillo. Si es posible, guarde el estuche en un lugar que no esté demasiado caliente ni húmedo. El calor elevado y la humedad durante largos períodos de tiempo pueden causar daños.

Recordatorio de reemplazo

La mayoría de los optometristas recomiendan reemplazar las gafas de luz azul cada 1 o 2 años, dependiendo de la frecuencia con la que las use. Los revestimientos de las lentes y los materiales de la montura pueden comenzar a deteriorarse con el tiempo, lo que reduce la eficacia. Si sus lentes se rayan demasiado o sus monturas se aflojan o deforman, lo mejor es conseguir un par nuevo. La salud y la comodidad de sus ojos deben ser las principales prioridades.

Con una limpieza regular, un almacenamiento adecuado y un reemplazo ocasional, sus gafas de luz azul pueden brindarle protección y comodidad durante el tiempo que las necesite. Mantener una buena rutina de mantenimiento ayuda a garantizar que sus gafas funcionen siempre al máximo cuando las use.

Consejos para adaptarse al uso de filtros de luz azul

Mantener sus gafas de luz azul en buen estado significa cuidarlas adecuadamente cuando no las usa en la cara. Primero, consiga un estuche exclusivo para guardar sus anteojos, como un estuche rígido para anteojos o una bolsa blanda. Esto los protege de arañazos y roturas, ya sea en casa o de viaje.

Al guardar sus vasos, evite los extremos de calor o frío. No los deje en un automóvil caliente ni afuera en un clima helado. La temperatura ambiente es la mejor. Evite también apilar objetos pesados ​​encima del estuche de las gafas.

Para el transporte, lo mejor es un estuche para gafas bien acolchado. Una mochila o bolso demasiado lleno puede ejercer presión sobre las monturas y las lentes. Si viaja, lleve sus gafas consigo en su equipaje de mano en lugar de facturarlas con el resto de sus maletas.

Para evitar que las lentes se deformen o se rayen, nunca guarde ni transporte las gafas con las lentes hacia abajo. Déjelos siempre con el lado de la lente hacia arriba. Limpie sus vasos antes de guardarlos para eliminar aceites, suciedad o residuos. Utilice un paño de limpieza de lentes de microfibra para limpiar suavemente ambos lados de las lentes.

Si sus anteojos contra la luz azul tienen almohadillas o patillas ajustables, es posible que deba reajustarlos cuando los saque del almacenamiento. Asegúrese de que se sientan equilibrados y centrados en su rostro antes de usarlos durante un período prolongado.

Una solución fácil para darle un descanso a tus ojos cuando no tienes gafas a mano es la regla 20-20-20. Cada 20 minutos, aparta la vista de la pantalla y concéntrate en algo que esté a 20 pies de distancia durante 20 segundos. Esto ayuda a reducir la fatiga visual y les da a sus ojos un microdescanso por la exposición a la luz azul. Mantener sus gafas de luz azul en óptimas condiciones y seguir buenos hábitos de cuidado de la vista le ayudará a obtener el máximo beneficio.

Saber cuándo es el momento de reemplazar sus gafas de luz azul

Acostumbrarse a usar gafas de luz azul por primera vez puede requerir algunos ajustes. No te preocupes, el periodo de adaptación suele ser corto. A continuación se ofrecen algunos consejos que le ayudarán a adaptarse rápidamente:

Empiece despacio y aumente

No empieces a usar gafas de luz azul durante períodos prolongados de inmediato. Comience con solo 30 a 60 minutos de uso al día para que sus ojos se acostumbren gradualmente. Aumente lentamente el tiempo durante días o semanas a medida que sus ojos se adapten y se sienta más cómodo. Esto evitará que la fatiga visual reduzca repentinamente la exposición a la luz azul.

Centrarse en los beneficios

En primer lugar, recuerda por qué compraste gafas de luz azul. Piense en cómo protegen sus ojos del daño y la tensión. Esto puede ayudarte a motivarte a seguir usándolos, incluso si el período de adaptación te resulta extraño. Los beneficios para la salud ocular y la calidad del sueño a largo plazo bien valen la pena.

Reducir el tiempo frente a la pantalla

Si sus gafas de luz azul le resultan incómodas al principio, intente reducir el tiempo que pasa frente a la pantalla cuando empiece a usarlas. En su lugar, lea un poco, haga manualidades o realice tareas domésticas ligeras. Esto le da a tus ojos un descanso de las pantallas y menos luz azul para adaptarse a todas a la vez. A medida que sus ojos se acostumbren a los anteojos, podrá reanudar los niveles normales de tiempo frente a la pantalla.

Ser paciente

No se frustre si se necesitan días o semanas para que el uso de gafas de luz azul se sienta completamente normal. Los ojos de cada persona se adaptan a su propio ritmo. Sea paciente durante el proceso y sepa que sus ojos y su cuerpo se adaptarán con el tiempo. Cuanto más los uses, más rápido te adaptarás. Con el uso regular, ¡te preguntarás cómo pudiste funcionar sin ellos!

Seguir estos consejos le ayudará a realizar el ajuste inicial a las gafas de luz azul. Sea amable con sus ojos, comience despacio y concéntrese en los beneficios. Antes de que te des cuenta, tus nuevas gafas de luz azul se sentirán como algo natural. Tus ojos te agradecerán tu paciencia y perseverancia.

Después de usar sus anteojos de luz azul por un tiempo, comenzará a notar señales de que puede ser el momento de reemplazar un par. En promedio, las gafas de luz azul deberían durar entre 6 y 18 meses, dependiendo de la frecuencia con la que las uses y del bien que las cuides.

Las lentes están rayadas o dañadas.

Si nota rayones profundos, grietas u otros daños en los lentes de sus anteojos que impiden su visión o la capacidad de los lentes para bloquear la luz azul, lo mejor es reemplazarlos. Si bien los rayones menores en la superficie suelen ser inofensivos, los daños que penetran en la lente pueden reducir su efectividad.

Los marcos están doblados, deformados o rotos.

Las monturas dobladas, deformadas o rotas no sólo serán incómodas de usar, sino que también pueden no soportar adecuadamente las lentes, lo que permitirá que entre más luz azul por los lados. Si el daño es menor, puede intentar doblar suavemente los marcos para darles forma. Sin embargo, los marcos que estén agrietados o rotos deben reemplazarse.

Tus ojos se sienten tensos o cansados.

El objetivo principal de las gafas de luz azul es reducir la fatiga y la fatiga visual digital. Si, después de usar los anteojos durante el tiempo recomendado, sus ojos todavía se sienten demasiado cansados ​​o tensos, podría indicar que los lentes ya no bloquean la luz azul de manera efectiva y es hora de comprar un nuevo par.

Su prescripción ha cambiado

Si tiene lentes recetados en sus anteojos de luz azul y su graduación ha cambiado, deberá reemplazarlos para asegurarse de tener la corrección de lentes y la protección contra la luz azul adecuadas. Su oculista podrá aconsejarle cuándo es necesario actualizar su prescripción.

Si bien reemplazar sus gafas de luz azul con más frecuencia puede parecer inconveniente, vale la pena asegurarse de obtener los máximos beneficios para la salud, la comodidad y la productividad de sus ojos. Tener un par adicional a mano para cuando necesite reemplazar sus anteojos actuales es una buena estrategia. Mientras tanto, tomar descansos periódicos de las pantallas digitales puede proporcionar un alivio temporal.
Roger Sarkis